Parece mentira, pero aún existen empresas que piensan que cualquier correo es susceptible de recibir su publicidad. Comerciales que no siguen ninguna directriz y que envían comunicaciones que nadie ha solicitado con la esperanza de que aparezca el cliente que hará que sus ventas alcancen el objetivo. Y se equivocan de pleno. Existen tres posibilidades…